En la Presidencia Municipal hay un ambiente inusual, los funcionarios trabajan con prisa. Hay una evidente urgencia por sacar adelante al municipio. No hace mucho que la alcaldesa morenista tomó protesta, pero ya impregnó al edificio de su dinamismo y juventud.
“(Cuando llegamos) advertimos falta de documentos básicos, organización en archivos y falta de certeza en las personas que trabajan en esta presidencia. El primer reto que estamos superando es el tener la información organizada para planear correctamente y hacer grandes cosas”, explica Susana Ángeles, alcaldesa de Tizayuca.
La presidenta ha logrado integrar un equipo de servidores públicos profesionales, muchos de ellos con experiencia administrativa, quienes están poniendo fin al desorden. “Vemos posible que, en estos tres años cinco meses que va a durar nuestro gobierno, podamos sentar las bases de un desarrollo sostenible y proyectar a Tizayuca como una ciudad abierta y moderna, que sea un espacio de oportunidades para la gente que aquí habita, ya no solamente una ciudad dormitorio”, visualiza.
Abrir el gobierno municipal a la ciudadanía es novedad en Tizayuca. Para hacerlo posible, Ángeles ha previsto varios mecanismos, el primero de ellos: modernizar los trámites y servicios. “Creamos una Unidad de Atención Ciudadana que, a mediano plazo, nos va a permitir contar con una aplicación móvil en donde los ciudadanos podrán reportar deficiencias en el servicio público.
“Así, como gobierno, podremos brindarles una respuesta pronta y, en el caso mío, como representante popular, podré tener a la mano una serie de indicadores que me van a permitir ir midiendo el tiempo y la calidad de la respuesta de las diferentes áreas”, explica.
La Presidencia Municipal ya trabaja con un grupo de jóvenes programadores de la localidad para modernizar estos procesos, pero no va a ser el único mecanismo. “Tenemos también el compromiso de recorrer las diferentes colonias del municipio.
“Hoy en día, la pandemia nos tiene con este tipo de actividades suspendidas, pero en cuanto el semáforo de salud lo permita, vamos a estar saliendo a las colonias para llevar las audiencias públicas. Que no solamente las personas se trasladen al centro gubernamental, sino que también, quienes trabajamos para ellos, nos desplacemos a sus centros poblacionales”.
Conforme pasa el tiempo, la ciudad tiene problemas más complejos. “Antes, el mayor reto de una administración podría haber sido construir una presidencia municipal o un mercado, hoy en día los problemas son variados. En primer lugar, la cantidad de gente que aquí habita, porque cada vez estamos más interrelacionados con otras ciudades”, comenta.
Pero la transformación que busca Susy solo se puede llevar a cabo con una visión de largo plazo. “Es decir, que todos nuestros planes de desarrollo partan de información estadística que nos permita proyectar cómo va a ser la población en Tizayuca durante los próximos 20, 30 o hasta 50 años.
“Muy probablemente, algunos de nuestros proyectos más ambiciosos no alcancen a estar funcionando en el periodo de tres años cinco meses, pero sin duda van a ser proyectos bien planificados. Ésta es una de las grandes diferencias con administraciones anteriores; no solo pretendemos resolver problemas en lo inmediato, porque si se sigue actuando así, el futuro de nuestro municipio sería insostenible”, advierte.
Ésta es la actualidad de Tizayuca: escasez de agua potable debido a la sobreexplotación del servicio, una gran cantidad de asentamientos irregulares y un déficit en servicios educativos y de empleo. “Es la cara de la moneda que queremos cambiar, y preparar las bases para atraer las inversiones que nos permitan tener empleo para quienes hoy habitan el municipio, pero también para quienes van a llegar”.
Los desarrolladores siguen construyendo en Tizayuca, a pesar de las muchas casas desocupadas que ya existen. De alguna manera, los constructores ven en la región un foco de desarrollo económico. Depende ahora del gobierno municipal que se den las condiciones para la sostenibilidad.
A decir de Susy, todavía no se aprecia la magnitud de lo que significa tener un aeropuerto como el de Santa Lucía tan cerca. “Queremos ser esa ciudad atractiva para hospedarse, para comer, divertirse, invertir y vivir. Queremos hacer de su potencial una realidad”, concluye.
Tizayuca cerró el 2020 como uno de los municipios más opacos del estado, producto del descuido de las administraciones anteriores en sus responsabilidades de transparencia. Al respecto, la alcaldesa reveló que está por nombrar a un nuevo titular en la materia.
“No lo habíamos nombrado porque hay algunos espacios que nos toma un poco más de tiempo examinar quién es la persona que cumple con los requisitos para sacar adelante los retos que se enfrentan. Ya tenemos a la persona que estará llevando a cabo estas responsabilidades, cuyo primer desafío será sacar a Tizayuca de los deshonrosos últimos lugares”, afirma.
Ángeles se dice convencida de que la transparencia es el mejor mecanismo para evitar la corrupción. Desde su perspectiva, el rendirle cuentas a los ciudadanos permite que sean los mismos ciudadanos quienes reporten cualquier anomalía.
“Como diputada local fui una de las promoventes de la reforma electoral, por la cual, hoy los candidatos que no resultaron ganadores a presidentes municipales forman parte del cabildo. El espíritu de esta reforma es incrementar el nivel de debate. También fui promotora de un mecanismo para que los propios ediles pudieran estar al tanto de las decisiones de la autoridad. Nuestra propuesta ha sido coherente a lo largo de los años”, confirma.