El Programa Vigilante Voluntario (VI-VO) es una política de Estado relativa a seguridad pública, prevención del delito y participación social orientada a la prevención de la violencia y la delincuencia, así como la cultura de la denuncia en todo el territorio estatal.
El Vigilante Voluntario no es un policía, es un ciudadano honorable, con amplio sentido de participación social que cuenta con el reconocimiento moral de sus vecinos, que de manera comunitaria y espontánea colabora con la policía en la ejecución de tareas específicas en materia de seguridad pública para la prevención social de la violencia y la delincuencia.
Proporcionar un espacio a los ciudadanos en la labor de vigilancia pasiva, sin intervención directa, a través de grupos organizados con el objeto de vincular a la población con los servidores públicos responsables de la seguridad, y con ello recuperar la confianza de los habitantes del Estado de México en las instituciones de gobierno en materia de seguridad pública.
Proporcionar un espacio a los ciudadanos en la labor de vigilancia pasiva, sin intervención directa, a través de grupos organizados con el objeto de vincular a la población con los servidores públicos responsables de la seguridad, y con ello recuperar la confianza de los habitantes del Estado de México en las instituciones de gobierno en materia de seguridad pública.
Dentro de los 125 municipios de la entidad federativa del estado de México se encuentran canalizados y trabajando varios grupos de Vigilantes Voluntarios como son: Grupo Vivos Oppeem, Pinos, Omegas, Panteras, Jades, Cuervos, Tornado, Ardillas, Reyes entre otros más grupos de participación ciudadana enfocados al trabajo conjunto con las autoridades Estatales en materia de prevención del delito.
En el año de 1994 el Gobierno del estado de México implemento el programa Vigilante Voluntario (Vivo) en el que ciudadanos y gobierno unen sus esfuerzos para lograr una seguridad pública de calidad y de confianza.